
La dependencia emocional se ha intentado definir de muchas formas distintas, muchos profesionales utilizan este término equivocadamente ya que confunden la dependencia emocional con la codependencia o con la dependencia instrumental.
Por tanto…
¿Qué es la dependencia emocional?
La dependencia emocional es la necesidad extrema de carácter afectivo que una persona siente hacia su pareja o lo largo de sus diversas relaciones. La diferencia entre el amor normal (que de por sí implica cierta necesidad) y la dependencia es puramente cuantitativa.
En la dependencia emocional el objetivo de la persona es estar cueste lo que cueste junto a su pareja, la cual tiene idealizada y sin la cual no se considera nada. En la codependencia, sin embargo, la persona busca ser cuidadora de alguien (su salvadora) y, por último, en la dependencia instrumental la necesidad básica es de cuidado y protección, es decir, buscamos que nuestra pareja nos cuide y proteja (existe una falta de autonomía por parte del dependiente)
Una vez definida la dependencia emocional y aclaradas las diferencias entre los tres conceptos mencionados, podemos empezar a describir qué características tienen las personas dependientes emocionales.
Las características las voy a dividir en dos áreas: por un lado, las relaciones de pareja y por el otro, la autoestima.
Área de las relaciones de pareja
Esta es el área más relevante y en la que más se manifiesta la dependencia emocional.
En primer lugar, encontramos que los dependientes emocionales tienen una necesidad excesiva de su pareja. Por ejemplo, se puede ver en conductas como necesitar hablar contantemente con ella, apariciones inesperadas en el lugar de trabajo, gimnasio, etc.
Otra característica muy típica; deseos de exclusividad en la relación. En este caso es en ambos sentidos, la persona dependiente voluntariamente se aísla en mayor o menor medida del entorno para dedicarse completamente a su pareja y además le pide (o espera) lo mismo, por parte de su pareja.
Por otro lado, tenemos que un dependiente emocional pone como prioridad absoluta a su pareja. Pasa a considerarla el centro de su existencia, el sentido de su vida prácticamente. No habrá nada más importante, incluyéndose a uno mismo.
Además, el dependiente tiende a idealizar a la pareja. A pesar de que con el paso del tiempo pueda ver “defectos” en la persona que ama, sigue idealizándola, siempre encuentra una justificación. Hay que tener en cuenta que la pareja representa todo aquello que no tiene el dependiente (seguridad en sí mismo, autoaprecio, etc.) Precisamente la carencia de afecto de los demás y la de su propia autoestima, es la que hace que endiose a la pareja.
Las personas dependientes emocionalmente tienen relaciones basadas en la sumisión y la subordinación. Es casi como un regalo que le ofrecen a su pareja. Digamos que estas conductas son un medio para preservar la relación.
Si miramos el historial de los dependientes, han tenido relaciones de pareja desequilibradas y tormentosas. Aunque también puede ser que haya tenido relaciones en las que no existiera desequilibrio alguno o que incluso haya sido una relación en que el dependiente emocional ha desempeñado el papel dominante. Peeeero… a esto se le llaman “relaciones de transición”, no es nada más que intentos del dependiente para evitar la soledad mientras busca a alguien que realmente le interese. Normalmente se dan nada mas finalizar la relación anterior para paliar el “síndrome de abstinencia”.
Otra característica muy típica (y lógica) es el miedo a la ruptura. El fantasma de la ruptura está presente constantemente en la cabeza del dependiente. Esto muchas veces lleva a que pueda soportar humillaciones o desprecios por parte de la pareja, ya que considera que lo peor que le puede ocurrir es que esa relación termine, por lo tanto, es capaz de aguantar (casi) cualquier cosa. Muchas veces ante este miedo tan intenso, el dependiente lleva a cabo conductas de aseguramiento para verificar si esa persona “sigue ahí” para ella, o no.
Por último, en esta área, la persona dependiente asume el sistema de creencias de la pareja.
Área de autoestima
El gran responsable de los problemas de los dependientes emocionales es la baja autoestima. Junto a esta falta de autoestima aparecen sentimientos de autodesprecio, autorrechazo e incluso en algunos casos, asco hacia sí mismos.
Además, tienen mucho miedo a la soledad debido al rechazo que sienten hacia ellos mismos. Buscan a una persona “salvadora” que les haga sentirse mejor, en la que centrar todo su interés y atención para poder olvidarse de ellos mismos.
No es necesario cumplir con todo lo anterior para poder considerar a una persona dependiente emocional. Pero, cuantas más tengas tanto en cantidad como en intensidad, mayor grado de dependencia tendrás.
Cabe decir que hay formas atípicas de dependencia emocional, pero éstas las comentaré en un próximo post.
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